viernes, 2 de diciembre de 2022

CAMERÚN LE QUITÓ EL INVICTO A LA CANARINHA

 Por Manuel Araníbar Luna


Los hinchas brasileros desde antes del partido ya estaban festejando su ingreso como primero en el grupo y aspirando el aroma de su próxima su copa mundial, la sexta. Ya brindaban con cachaza, una bebida fuerte que en español es una palabra grosera mientras miraban cómo calentaban en la cancha los suplentes del scratch para la pichanguita de entrenamiento contra Camerún.



Arquero de acero inoxidable

Hoy el Scratch entró a la cancha con la idea de guardar feijoada para mayo, para llegar fresquitos y sin lesiones a las siguientes fases. Desde el arranque los canarinhos dominaban el partido. Llegaban por todos lados, pero siempre había un leoncito que la sacaba de cabeza, con el chimpun o con una volada del arquero Epassy. Durante todo el primer tiempo los amarelhos la tuvieron aunque la llegada más peligrosa fue de los verdes, un cabezazo al piso cuyo rebote sacó Ederson con las uñas, que si se las hubiera cortado antes del partido la pelota se le metía a al canasta  de huevos de gallina con  gripe aviar. Por su parte el arquerinho Epassy soportó codazos, rodillazos y puñetes aunque parece que entró a la cancha con chaleco de acero inoxidable porque nada le hacía daño. También sacó varias venenosas y dio algunos rebotes. Uno de los ellos no fue de la pelota sino de su cabeza contra el poste. Aun así, mareado y maltrecho, no dejó pasar ni el aire.

A propósito, que Coki mande su CV a Europa a ver si lo contratan como entrenador de arqueros: él y sólo él sabe mejor que nadie en el mundo el modo en que hay que atajar: “dio un tonto rebote, no la supo embolsar” y un montón de etcéteras durante 90 minutos más descuentos. Y la del estribo: “la sacó con mano cambiada”. Señores guardavallas, háganle caso a Coki, cámbiense las manos en una operación, la derecha a la izquierda y con las palmas para el lado de los puños para que la próxima vez diga “la sacó de mano operada”.  Mejor que no mande ningún CV a nadie porque los extranjeros y los sordos tienen la suerte de no escuchar sus comentarios. Los envidiamos.

A la cundé cundé…

El medio campo camerunés tenía una fiera como volante, de todos los leones, él tenía más melena, aunque la tenía amarrada como coleta. En cada choque dejaba maltrecho a un carioca. La quitaba con mordedura o con arañazo pero la quitaba sí o sí. Se apellida Kundé. A él le debemos la canción del Toro Mata, “a la cundé cundé cundé”. Y no sigo escribiendo los versos del tema porque van a creer que lo hacemos por racismo, debido a que una de las estrofas dice “hay que matar a ese negro”. Y es que los torcedores brazicos juraban matarlo ahogándolo en caipirinha. Naka, al que hay que jalarle la palanca del WC es al entrenador Tite por creído, por sentirse en las nubes pensando que con tantos partidos invictos incluso con suplentes ningún equipo del montón les iba cortar el récord.

Se equivocaron de rival…

¿Equipo del montón? Los cameruneses tienen un apodo muy singular, “Los Leones Indomables”, y tienen fama de aguarle la fiesta al rival más pintado. En España 82 lo hizo con Perú empatándonos cuando creíamos que los africanos eran pan comido, pero al final, si no les anulaban un gol ellos nos comían sancochados en sopa de chimpunes. En el 90 le ganaron a los argentinos. Más adelante, en ese mismo certamen lo hicieron con Colombia con gol del legendario Roger Milla (al robarle la pelota al mismísimo loco Higuita). Además, desde hace décadas casi todos sus jugadores actúan en ranqueados equipos europeos. Esto no lo tomaron en cuenta los cariocas. ¿después de esta derrota siguen asegurando que es un equipo de medio pelo? Por desgracia, Suiza le ganó a Serbia y los dejó fuera del mundial.

Sólo se salva el tío Danny…

Los cariocas llegan por todos lados pero en vano. Armaban juego pero se perdían en la selva verde. En la zaga, Danny Alves a quien lo querían jubilar cumplió, pero no del todo. Aun así, la hizo como para un 14 de nota. Lo mejor fue una salvada de taco volador. Un tiro libre brasileño con curare del Mato Grosso se lo dejaron para el tío Dany, podía ser su último gol de tiro libre antes de que lo jubilen. Los afros armaron la barrera y como se ha hecho costumbre un camerunés se echó para una siesta y soltó un eructo de caimán. Mucha demora y preparación para que la bola se vaya a la tribuna. Anthony es un malabarista que baila el samba con la pelota pero de bailarín no pasa. Pongan a otro que baile mal pero que juegue bien. Ninguna le ligó. Martinelli muy hábil, se hizo un par de jugadotas pero se ahogó en la playa, y luego, nada de nada.

Por temor a la macumba…

Tite se da cuenta de que se equivocó de rival. Sale Gabriel Jesús y lo reemplaza Pedro, un jugador con mandíbula de Che Copete. Este también se falla un par de bolas dentro del área. Es que le pesa la mandíbula de burro. Para el próximo partido tendrá que dejarla en el camarín (si es que lo vuelven a poner). El partido avanzaba y los verdes se animaron a contragolpear. En un par de toques se produce el gol del capitán Aboubakar en carrera de velocistas de 4 x 400 metros . El capitán  se va metiendo por el centro. El alero la centra con curva de plátano palillo y el capitán la mete de cabezazo que deja al arquero Ederson tieso como estatua. Qué salado. Y es que, andaba distraído y temeroso de los rezos de ritos macumberos que le mandaban los hinchas africanos. Aboubakar se quita la camiseta y el arbitro le muestra la tarjeta color sangre dándole palmaditas, un poco más y lo besa. El delantero recontra alegre se lleva la tarjeta a casa para ponerle un marco. Si todas las expulsiones terminaran con sonrisas y abrazos el mundo sería más feliz. Total, Brasil perdió, pero quedó en primer lugar y Camerún le quitó el invicto pero quedó fuera. Así es el soccer. Buenas noches.

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