MÁQUINA CELESTE LLEVA EL PLATO A LA FLORIDA

  Los celestes llegaban con un pronóstico que no auguraba nada fácil con un equipo más parchado que pantalón de payaso: varios jugadores no entraban a la cancha por diversos motivos: Gianfranco aún no recuperado del todo, Canchita y Chris con serias lesiones, otros en la selección (Lorita y el Chévere). Mosquera tuvo que resignarse y meter lo que había, tal como el dicho de las abuelas, “hay que cocinar con lo que se tenga en la alacena”.

Llega pero no hace llaga...

Así con tantos parches y remaches, en la primera etapa los celestes llegan varias veces al área de los santos. Veamos. Empezando nomás, un centro kilométrico y bombeado genera una peligrosa atropellada de la Manchita que habilita al Faraón. Este se la bombea a Platanazo pero la bola se va rascando del travesaño. Más tardecito otro frentazo del pelado con barba choca en el tronco y sale. Luego un zurdazo de Alejandro el Chico desde fuera del área lija el poste y se va a los anuncios de apuestas on-line. Otro centro desde la derecha lo empalma el Faraón con la pelada pero la pelota vuelve a golpear  los anuncios de apuestas. Aquí una idea gratis para las casas de apuestas: que los apostadores digan cuántas veces la pelota les choca sus anuncios.

Luego viene la mejor jugada del Faraón: se proyecta por derecha con una velocidad de fondista de 100 metros planos que no le conocíamos, se lleva a un santo pegado a la línea de Maradona,  se mete al área y se lleva al segundo santo y la suelta a rastrón para que la meta Irven pero a este se le pasa como pericote entre las piernas. Detrás viene la Manchita y también se le escapa como si estuviera enjabonada. Es decir, la delantera celeste llega pero no hace llaga. Así se van al descanso.

El Santo Celeste de la Escoba…

Al retorno, quienes toman la manija de la contienda son las muelas. Dominan, acorralan, llegan al área cervecera pero su patrono, el santo de la escoba no les hace el milagro. Y es que las muelas olvidan que el estadio Gallardo está ubicado en San Martín de Porres. No se vayan a molestar, pero el santo zambo es celeste desde la sotana al detente. Alicate Gonzales se lesiona. Entran Gianfranco y Jesucito Castillo (que no es el candidato). Los celestes recuperan el timón. Una pelota en cortada de Jesucito para Irven es anulada por el guardalínea que llega sin anteojos. No sirvió de mucho porque de todos modos Platanazo la bloquea. Un delantero de los santos faulea como diablo y se va con tarjeta roja a las duchas. Los celestes dominan. Pasecito para allá, pasecito para acá, pero no mojan. Otro pasecito de Jesucito en callejón para Manchita y estela enchufa arrastrada, pero Platanazo se zambulle (3metros 20 estirando el brazo) y la saca con las uñas. Otro mitrazo de Nilsson al piso la chapa Penny.

La gorda baila en la fiesta…

Terminan los 90 y empiezan los definitivos 15-15. Entran Grimaldito y Soto. Tras un zafarrancho en el área, Calca la añade de izquierda. La pelota vuelve a lijar el poste que ya se está adelgazando de tantas raspaduras. Pero bien dice el antiguo refrán, “tanto toca la gorda a la puerta cerrada del baile que termina metiéndose por la ventana”. Otro pase de Jesucito en cortada para Nilsson, este manda el delivery, tal como el año pasado en arrastrón hacia la otra banda. Penny desorientado, se mete al arco, Alejandro el Chato le mete un derechazo y la pelota invade la frontera sin pasaporte. Arrodillado como un beato de dos metros, Penny la saca, pero la gorda ya bailaba en la fiesta. Uno a cero. Un back nada santo de los santos le mienta la madre al árbitro y este lo pinta de rojo, chao por malcriao.

Gol de Ramsés IX…

Grimaldito, un chibolo que va a dar mucho que hablar, mete un derechazo que la saca Platanazo con las uñas (ya se le deben haber quebrado de tantas bolas que sacó). Luego viene el segundo plato. La Manchita que ha entrado por derecha mete centro y Penny, una anaconda con guantes, enrosca los pies al Faraón. Penal. el mismo Ramsés IX la mete, se saca la camiseta y muestra la que dice “gracias viejo” pero esto no le hace gracia al árbitro que le muestra la amarilla.  No importa. Dos a cero definitivo y a celebrar el triunfo. Laborioso y difícil pese a la ventaja numérica, pero es un premio al estilo de toque, que a algunos no les vacila pero aquí en Lima sigue siendo efectivo. Felicitaciones por ganar el plato de plata a los celestes y su DT. Buenas noches.