TRES PUNTOS EN AYACUCHO CON GOL DE HERRERA

Por Manuel Araníbar Luna

Un partido que arrancó con temores, incertidumbres y dubitaciones. Ayacucho temía a la bien ganada fama actual del equipo cervecero aunque empezó las acciones pensando en asfixiar a los celestes. Sin embargo, luego de un cuarto de hora, bajaba las revoluciones y se contentaba con guardar su ataque, suponemos, hasta más tardecito, temiendo que los celestes contraataquen como suelen hacerlo.

Por su parte, el Comanche recelaba de la altura, del viento, del clima, de los fallos del árbitro, pero lo que más temía era perder los puntos en Ayacucho y que el equipo de Matute ganara y con ello quedaban pegados en la tabla como siameses. Parecería que ambos equipos no entraran a ganar sino a no perder, a esperar los errores del contrario para sacar provecho. De ahí el irresoluto actuar de los rimenses. ¿Que en anteriores fechas entraban a asfixiar al rival?  Bueno  pues, allá en la sierra, a casi 2761 msnm sería un suicidio  jugar al pressing, un sistema que desgasta por el doble esfuerzo. Para jugar al pressing hay que tener buen estado físico. Si a nivel del mar el pressing te agota en media hora, en la sierra  el soroche te mata a los diez minutos.

¿Qué le quedaba a los celestes?, esperar al contrario ¿Qué le quedaba al rival?, atacar muy tímidamente, teniendo siempre en guardia a la defensa.

Sporting Cristal arrancó las acciones con un Álvarez (12) que fue exigido en los minutos  iniciales del encuentro. La primera indecisión del Pato fue chantarse como una vaca en el gol madrugador que para su suerte fue anulado, pero de inmediato salvó dos pelotas en el pecho a pecho. Después dio un rebote que felizmente no llegó a mayores consecuencias. Por lo visto, sopesando dos buenas contra una mala, ganan las buenas.  Pero este oficio es muy traicionero; un arquero puede ser héroe en veinte ocasiones pero si falla en una se convierte en pagapato.

Los de atrás...

Su marcador derecho fue Madrid (13)  que estuvo regular, sólo se mandó con su estilo de tren-bala un par de veces, desconfiando de los contragolpes por su lado aunque sólo eran guantazos de boxeador  semirretirado. A su lado, el Porky Revoredo (13) trataba de taponear los desbordes que le hacían a Madrid; no obstante, al recostarse a su derecha dejaba un callejón por el que se metían los locales sin salvoconducto. Así fue el gol tempranero de Ayacucho. Su pareja en el centro, Merlo (14)  era el que cubría las últimas filtraciones del equipo albo. Por la banda zurda, Jair (13) anduvo entre frío y tibio, como marcador hizo unas de col y otras de lechuga pero también generó veloces contragolpes.

La volante...

La pelota botaba por aquí y rebotaba por allá sin nadie que la aquiete. Recién los celestes perdieron el temor  en el segundo tiempo cuando vieron que los de blanco también les temían. El Piki (13), tal como en el anterior encuentro, luchaba solo contra el mundo ante un medio campo local que, para su dicha y prosperidad, tampoco ataba ni desataba. Por momento Calca (14) la trataba de aquietar pero el viento era el jugador número 13 de Ayacucho que no dejaba hilvanar con precisión (el #12 era la altura). Lo mismo sucedía con Loba (14) que recién en el segundo tiempo pudo probar un tiro rasante  que fue rechazado por el tronco. Lo reemplazó Johan Gómez (12) que cumplió con la tarea que le dejó el Comanche. Mientras que al Gabo Costa (14) lo perseguían por toda la cancha como sospechoso de un crimen. Las veces en que se desenganchó por la derecha, creó peligro.

Los de Adelante...

Por la zurda, Lopez (12) se debatía  entre atacar y tapar las salidas de los contrarios por su punta, logrando –por órdenes del Comanche- más de lo segundo que de lo primero. Tuvo una que otra llegada en las que disparó pero un tanto reñido con la precisión. Lo reemplazó Chaveta con CH (13), que estuvo movedizo y tapando avances de los locales, aunque por momentos se comía la pelota.  Herrera (15) estuvo bien resguardado, y aunque tiene experiencia jugando en altura (jugó en el Melgar), se le agotó la batería al medio tiempo. Aun así creó peligro, se perdió un par de goles hechos, con partidas de nacimiento, bautizo y confirmación. Piconazo por ello, se tomó la venganza cuando mojó las redes con un tiro libre rasante, que no lo hubiera hecho si Loba  se hubiera mantenido en la cancha. Lo reemplazó Ballón (14) que hizo lo que tenía que hacer, refrescar el mediocampo y aguantar a los de Huanta. ¿Y Chang?, medio Huamán, pero sopleteó para una nota de 10.9. Buenas noches.

CODA.

LA TORPEZA. Terminado el partido Herrera fue abordado por el entrevistador de GolTV  para preguntarle su opinión del triunfo celeste y el periodista o corresponsal en Ayacucho  (suponiendo que lo sea) cortó abruptamente la entrevista dejando a Emanuel en incómoda  pindinga.

¿Qué pasó con el entrevistador?, ¿Una súbita diarrea?, ¿se comió el micro? ¿O, peor aún, recibió órdenes “de arriba” para cortar la entrevista? Lo cierto es que el tipo demostró que en vez de cerebro tiene un corcho de damajuana de cachina bamba. ¿Qué hubiera dicho si se daba lo contrario, que Herrera lo deje con la palabra en la boca? Jalón de orejas con multa y suspensión por tres días para el reportero. Por último, hay que tomarlo por el lado amable, como lo tomó Ema con una sonrisa, porque si el entrevistador es hincha del Ayacucho, y  de puro picón dejó a Emanuel con la palabra en la boca,  este lo dejó con la pelota en el fondo del arco.