sábado, 31 de mayo de 2014

Eloy Campos, el doctor que operaba sin anestesia.

Los jóvenes cerveceros nos preguntan quién fue ese personaje de mirada adusta y bigotes a lo Nicomedes Santa Cruz (ese fue otro de sus chaplines) que siempre aparece en fotos de antiguos cuadros celestes. 

Se trata nada menos que de Eloy Campos, el Doctor, un lateral derecho que ingresó a los trece al Sporting Cristal y a los dieciocho debutó en el primer equipo. Fue convocado para las Olimpiadas del 60 en Roma, campeonó con la divisa celeste en el 61, repitió la gloria en el 68, y besó nuevamente la copa dos años consecutivos, el 71 y 72. Pero el Doctor también tomó las riendas de la dirección técnica celeste entre los años 74 y 75.

La Madre Teresa..
Sus mejores años los pasó integrando la temible muralla celeste junto a Fernando ‘Cóndor’ Mellán, Orlando ‘Chito’ De la Torre y Roberto ‘Tito’ Elías. Los delanteros rivales, frente a esa línea de dobermans, antes de atacar al arco rimense tenían que pensarlo dos veces, prefiriendo disparar de media distancia ante el peligro de una violenta amputación ocasionada por un certero guadañazo. Ante esos cuatro angelitos, los macheteros de hoy en día son monjitas de la Congregación de la Madre Teresa de Calcuta.

Metiendo el hombro con abuso..
Eloy Campos Cleque, El doctor Campos (Con este apodo lo bautizó el narrador Oscar Artacho) fue un jugador a quien siempre mencionan entre los defensas más rudos del fútbol peruano. Sin embargo muchos ignoran que Eloy fue uno de los iniciadores en el Perú de la proyección de un back lateral como puntero al estilo del gran Djalma Santos con el Palmeiras. Eloy Campos ganaba sí o sí, no solo por velocidad, también lo hacía por fuerza, por atropellada, disputando la pelota como en una carrera de galgos, luchándola codo a codo con el puntero y el lateral rivales. Muy fácil se la podrían quitar con sólo un empujón, pero Eloy era fuerte y metía el hombro (“con abuso” decía Pocho Rospigliosi) de tal modo que quien resultaba yéndose de cara contra la pista de ceniza era el rival. Y desde la línea del córner la centraba para que la pesque quien venía a la carrera, ya sea el Jet Gallardo, Califa Gonzales Pajuelo, El Gato Vásquez, Pepe del Castillo o Tadeo Risco. Con la misma fuerza regresaba a todo galope hacia su posición de lateral.

Guepardo y Pitbull..
No obstante cuando defendía era otra historia, el guepardo cazador se transformaba en pitbull guardián. Si del rival la picaba a sus espaldas, entonces Eloy se convertía en el doctor del que hoy habla la leyenda..

Su primera arma era su famosa carretilla. Se lanzaba deslizándose por el gramado como un esquiador con ambos pies hacia adelante sin medir las consecuencias. Sus temibles chimpunes siempre chocaban con algo, ya sea la pelota, la canilla, la rodilla y la mayoría de las veces hasta el muslo del infortunado rival.

De puntero..
El DT alemán Rudi Gutendorf, viendo la velocidad y el fuelle que tenía, cierta vez lo hizo arrancar de wing. Total, acostumbrado a hacer el ida y vuelta, terminó el partido en su posición inicial, porque la cancha le quedaba chica. 

Una Anécdota..
Le anotó un gol al arquero ruso Lev Yashin, ‘La Araña Negra’, entonces considerado el mejor arquero del mundo. Eloy centró con bote, el Gato Vásquez saltó por encima de la pelota mas no alcanzó a tocarla. El balón se metió por el lado contrario donde la esperaba Yashin. El gol se lo adjudicaron a Vásquez.

Para la historia..
Fue el primer futbolista peruano en recibir una tarjeta amarilla. Esto sucedió en el mundial de México 70’ en el inolvidable triunfo 3 a 2 contra Bulgaria. Didí, temiendo su expulsión, lo cambió por Javier “Muerto” Gonzales.
Una frase..“Yo siempre juego con fuerza a la pelota, si el rival choca con mis chimpunes ese es su problema”.

11 comentarios:

  1. “Yo siempre juego con fuerza a la pelota, si el rival choca con mis chimpunes ese es su problema”. Ja ja ja, que tal csm...

    ResponderBorrar
  2. Nota excelente, mi querido doctor Aranibar, yo sigo sus cronicas, pero hasta ahora no ha publicado nada del Garay ni de Maestri. yo se que tiene enemigos pero tiene que reconoser que el tanque marco epoca en Sc digan lo que digan.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. oye imbecil oscuridad completa con razon tienes ese seudonimo o lo que xuxa sea. eres celeste o cagon infiltrado? o eres chupamedias de kagestri o eres un pobre ignorante.
      como se te ocurre decier eso de ese pobre cagon que se burlo del cristal y del extremo. prende la luz y ya no escribas waas,

      Borrar
    2. oigan patas de esquina, porque no eliminan el comentario de ese cagon llamado oscuridad celeste. a maestri no lo queremos ni en foto. y aserca de la nota. esta de la ptmr, mi viejo me decia que era un asesino dompepiernas. me parece estar viendolo jugar jajaja

      Borrar
  3. Muy simpática nota. Y con respecto a don Eloy, nos gustaría verlo entrenando a los menores, enseñándoles a meter coraje y no correrle a los compromisos ni al atarante. el otro día hemos visto cómo la Reserva de Cristal era una verdadera mazamorra. No le quitaron una sola pelota a los delanteros gayinas.
    también debería enseñarle a Yotún y Advincula a proyectarse y meter buenos centros y regresar al toque.
    en el equipo necesitamos entrenadores como don Eloy para formarlos desde pequeños.
    Y con respecto al delantero que nos hizo cachita, mejor ni lo nombren

    ResponderBorrar
  4. Muy buena tu nota comparito Manolo, un abrazo.

    ResponderBorrar
  5. Muy buen futbol
    Joao Canelo Morales

    ResponderBorrar
  6. Uno de sus mejores partidos fue la tarde en que jugaron Cristal y Municipal. El entrenador Rudi Gutendorf había encargado a Mifflin que marcara a Sotil hombre a hombre, pero Sotil se le escapó dos veces; en la segunda escapada Campos le quitó la pelota limpiamente, por lo que el entrenador le ordenó a Mifflin que vuelva a su función de armado, y al "Doctor" le encargó marcar a Sotil, quien desapareció del partido.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Nos refrescaste la memoria, amigo Felix Rodriguez. Recordamos ese partido. prometemos escribirla anécdota.

      Borrar