sábado, 7 de agosto de 2021

CRISTAL 2 HUANCAYO 1: DOS CARAS DE UNA MONEDA

Por Manuel Araníbar Luna

El partido fue una moneda con dos caras, dos etapas completamente diferentes. En la primera, los cerveceros entraron con la sangre en el ojo, y desde el arranque del motor tomaron la manija del partido para abrir el marcador cuanto antes aprovechando el total repliegue del equipo huanca. Era difícil perforar la valla del equipo del Mantaro debido a que sus jugadores se apretaban como pasajeros del metro.


Canchita, chifle y maní…

Aun así, el equipo cervecero tuvo dos buenas ocasiones de anotar pero los disparos de Távara y Calcaterra se fueron a romper los anuncios. Recién a los 30’ los bajopontinos pudieron anotar gracias a una sucesión de pases que se inician por un delivery de Liza para Canchita que le da la pelota  rellena de chifles y maní tostao a  Alejandro el Chato que mira adelantado a Zamudio y lo hace volar a atrapar el aire porque la pelota entra limpia, bañadita y acariciada al fondo de la canasta del pan (que está subiendo de precio pero no de tamaño). Después no hubo nada más en el primer round, salvo una pelota bombeada y mal pateada a la valla de Alejandro el flaco.

El Hombre Elástico…

Sin embargo, en segundo tiempo vimos la otra cara de la moneda (el escudo y su cornucopia antes de que le borren las monedas) luego de que los bajopontinos aumentaran la cuenta con IGV y propina para el mesero. Y no por obra y gracia del Espíritu Santo sino de Calca. La jugada la empezó Canchita que estuvo muy servicial apoyando en el quite, armando juego y habilitando a su cumpas. Jugó para Irven y este -que estuvo una pizca vacilante en el primer tiempo- hizo lo más rescatable de su actuación, le dio un pase que pasó limpio por el túnel de la Herradura para Calca que se metía corriendo como escapero con un celular. Todo el mundo sabe (y Zamudio también) que a Calca le dicen el Hombre Elástico porque tiene cintura de jebe. El pobre Zamudio pensó rápido: “este flaco no me la hace, va amagar para un lado y la mete por otro, me juego por el otro lado”. Calca hizo el queco de su movimiento de hula hula pero la mandó para el mismo lado y el arquero para el otro. 2 a cero. Era el gol de la tranquilidad (que no fue tanta como uno se imagina).

Bueno es culantro…

Los huancas se mandaron al “empate o muerte” y al poco rato ya se estaba jugando más en el campo rimense que en las pampas de Junín. Y es que los celestes venían de una seguidilla de agotadores partidos: Libertadores, Fase 1, Final de la Fase 1, Copa Bicentenario, Final de Copa Bicentenario, Copa Sudamericana, Fase 2, y en esos partidos -sobre todo los internacionales- corrió patada al mango. ¡qué iban a mantenerse frescos teniendo el cuerpo magullado de tanto codazo y tanto machete! Bueno es culantro, pero el cuerpo no da para tanto.

Joao deforma el poste…

Debido a su porfiado asedio los huancas empatan por gol de penal al chocar una pelota en el codo de Gianfranco. 2 a 1. El profe Mosquera, viendo que los celestes actuaban visiblemente golpeados y agotados decidió hacer cambios. Sacó a Távara y metió a Castillo, sacó a Liza y metió a Grimaldo. ¿y luego? Resistir el embate y contragolpear mientras se pueda hacer daño. En uno de los contragolpes Joao mete tremendo patadón que deforma el poste, pero la bola se niega a ingresar. Luego siguen obstinadas (e improductivas) embestidas huancas y tenaces rechazos rimenses hasta que Legario, el arbitrario, en vista de que sus engreídos no logran empatar, dice chau. Buenas noches.

 

 

 

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