Por Manuel Araníbar Luna
Lunes de primavera, soleado, suavecito. A nadie le vacila el horario. Pero al igual que la chamba, nos guste o no, hay que asistir. Poca gente. En parte por ser lunes y en parte porque hay desconfianza. Al cuadro no le había ido muy bien en los últimos compromisos. Aun así, los hinchas fieles a su camiseta se metieron a la Fortaleza Celeste a ver a su cuadro.
El
Pitbull y el Trencito, dos pitbulls.
Arrancan
como siempre, atorando a los zorros sin dejarlos eructar el tallarín verde (solo
nomás porque no hay plata para el bisteck ni para postre). Speedy Gonzales rompía
el esqueleto a los zorros que no podían escapar porque entre el Pitbull Pretell
y el Trencito Colorao no los dejaban armar ni una carpa. Al centro el Chaval repartía
los naipes más a la derecha que a la zurda. Los ayacuchanos tan sólo se escaparon
un par de veces, pero Enriquez ni se ensució los guantes porque Micky y Abram
no le abrían la puerta ni al fiscal con orden de allanamiento. Nico y el Hombre
Lobo jugaban tranquilos y se proyectaban. ¿Así con esa tranquilidad cómo no
iban a meterse a campo ajeno?
Gol
con saltitos de conejo…
La
estrategia de pizarra da sus frutos a los 5 minutos. Vizeu lleva pelota desde
el medio campo y se la juega a Maxloren, el zurdito del cerquillo de hongo.
Este la manda a la olla pero la hornilla está sin gas y nadie la toca, sigue la
flecha para la derecha como es costumbre en las polladas. El Lobizón la vuelve a
meter al centro y la bola pasa como dron por encima de toda la defensa. ¿Y
quién se aparece? Wisdom, el más bajito de todos. El Trencito Colorao conecta con
la cabellera rubia un centro del Hombre Lobo y la chancha entra a saltitos de conejito
e infla la canasta del mercado de Caquetá. 1 a huevo.
Dois
gols a zero ovos…
Los
cerveceros seguían llegando más por la derecha que por la zurda. Minutos después
sigue el menú. Luego de la entrada del tallarín sin aderezo viene el segundo,
esta vez una feijoada carioca por parte de Vizeu, cuyo nombre completo
es Felipe dos Reis Pereira Vizeu do Carmo (no ponemos más apellidos
porque se acaba la página), quien aprovecha un centro chueco de Santi al punto
G, se le adelanta a un inocente zorrito y la toca con el dedo chiquito del pie.
Suficiente para que entre suavecito. Hay que decirlo en portugués, Marcador da
partida: dois gols a zero ovos.
Gol de tres toques…
Los celestes se
adueñan de la cancha. Llegan por todos lados. El tercero lo inicia Micky Araujo.
Casi desde su área lanza un patadón que todo el mundo se pregunta adónde quiso mandarla,
¿a la tribuna Popular Chorri Palacios? Bah, demasiado fuerte, nadie la va alcanzar.
¿Nadie? Se olvidan de Speedy, el wing chiquito pero venenoso que la alcanza y
sobre el pucho lanza su conocido dron de curva de arco iris al volcán. Por el
medio entra Vizeu que la toca suavecito al estilo Romario y la chancha infla
las drizas. Un golazo de tres toques en tres segundos. La tribuna estalla. Dos humaredas
celestes inundan la tribuna. Vizeu no lo puede creer. La chapa, la acaricia, la
besa y manda saludos a su pueblo Tres Ríos en Rio de Janeiro:
—¡Muaaaa! ¡Beijinhos
para toda a minha querida família da minha cidade Tres Ríos que está me
assistindo via satélite. Sinto falta de todos vocês! Mais qué está
acontecendo!?
¿Sí, qué está
pasando? Que se lo anula el juez Rob Insegura. Vizeu se desinfla y tira la
toalla. Insegura llama y consulta con el zapatófono. El chat demora cinco
minutos porque los del VAR duermen la siesta. Por fin valida el gol y la
tribuna vuelve a latir, a removerse, a temblar. 3 a huevo. Y antes de ir al
camarín un mitrazo suave del chaval choca en el tronco. Piña, porque si entraba
invitaba paella para todos.
Segundo tiempo de
siesta…
Para el segundo
tiempo entran Nando, Canchita, Axel, Távara e Irven. Los celestes que habían
arrancado en Fórmula 2 bajan la palanca de cambios y ya no corren, trotan en scooter
(se le llamaba patinete el siglo pasado), La bola va de acá para allá y de allá
para acá. La mar estaba serena, serena estaba la mar. Algunas escapadas de potrillo
loco de Nando y más ná. El tablero ya no se mueve y el partido se torna más
aburrido que bailar con la suegra. El juez Segura, inseguro como las calles de
Lima sopla y dice chau y se va escondido para que no lo insulten. Bah, ya no
importa. Los tres puntos se quedan en casa y los tres goles en la cueva de los
zorros. Buenas noches.
QUE ALGUIEN DIGA SI BAJARON LAS REVOLUCIONES EN EL SEGUNDO TIEMPO O FUE ORDEN DE AUTUORI. SI FUE COSA DEL BRASILEÑO PARA QUE CUIDEN EL FISICO ANTES DE VIAJAR A LA ALTURA EL TEMA ES CORRECTO PERO SI ELLOS MISMOS NO ARRIESGARON A METER MAS GOLES QUIERE DECIR QUE LE ESTAN HACIENDO LA CAMITA . FUERZA CRISTAL!
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