miércoles, 29 de enero de 2014

ERNESTO MORENO AMPUERO: “CRECÍ VIENDO AL CRISTAL GOLEANDO A TODOS LOS RIVALES”

Por Manuel Araníbar Luna
El staff de El Portal Celeste estaba a punto de reunirse en el estadio  en momentos que aún no había curiosos y recién estaban jugando los reservistas. Eran las dos y diez de la tarde, en el área de prensa nos acompañaban el doctor Aldo Alvarado y Victor Soto, con su cámara viajera. 
Ernesto Moreno Ampuero, el Historiador Celeste, a pocos días de publicar su libro CRÓNICAS DEL FÚTBOL PERUANO, Sucesos Memorables (1953 - 1977), llegó acompañado de Alberto Benza y Diego Eguiguren, dejó a un lado su infaltable mochila, bostezó y frotó sus lentes. Segundos después, los juveniles de Sporting Cristal anotaron un gol que gritaron los suplentes y el D.T. Melgar. Volteamos a ver la celebración. «De este grupo saldrán por lo menos unos tres futuros ídolos celestes», dijo Ernesto. Por nuestro lado pasaron el Chorri Palacios, Oblitas y el «Tanque» Arias rumbo a su caseta de transmisión; intercambiamos saludos con ellos. Recordamos entonces que Ernesto nos confesó  meses atrás que su padre había sido comentarista deportivo radial muchos años atrás. Y este fue un buen tema para comenzar, encendimos la grabadora.

MANUEL: Debe de haber un estímulo externo para convertirte en historiador y luego seguir la carrera de derecho. En una anterior entrevista declaraste que tu padre fue comentarista  deportivo. Creo que fue influencia decisiva en tu formación como historiador del fútbol…
ERNESTO: Eso es correcto. La afición que tengo hacia el deporte rey me nace desde temprana edad, por la influencia de mi padre Pedro Moreno Ullauri, a quien guardo un gran cariño, el mayor de los respetos y profunda admiración. Como te lo había señalado anteriormente, él es psicólogo de profesión, pero en su juventud —a mediados de los sesenta e inicios de los setenta—, a la par de sus estudios universitarios, hizo labores de reportero en Ovación de Radio El Sol con Pocho Rospigliosi. Luego fue locutor radial y comentarista deportivo en Radio Nacional con Manuel Salinas Salamanca. De sus narraciones y evocaciones de las grandes épocas del fútbol peruano, de notables futbolistas y memorables partidos que siempre nos contó desde niños, fue que de a pocos me metí en este mundo. Respecto a mis estudios de abogacía, era una deuda pendiente que me había trazado desde adolescente al terminar el colegio, influenciado por mi tío letrado.
ALBERTO: Interesante, pero dentro de la carrera escogiste un campo muy poco aprovechado por los historiadores. Hay historia del arte, historia de la comida peruana, etc., pero a ti se te ocurrió  lo de historia del fútbol peruano.
ERNESTO: Efectivamente, Alberto, y te agradezco la pregunta. El fútbol es una de las pocas actividades humanas que genera, por un lado, identidad y unidad entre sus adeptos al punto de paralizar a medio país por un partido crucial, aunque muchos le critiquen el ser un mero instrumento distractor, alejado de toda realidad política y, por otro lado, su carácter ambivalente, pues despierta pasiones y alimenta las tensiones y rivalidades. Para muchos, el fútbol lo es todo; para otros pocos, es indiferente; y para algunos, es lo más importante de las cosas menos importantes. Y es cierto lo que señalas, pues son pocos los especialistas que en la actualidad le dedican un espacio exclusivo en sus investigaciones a la tarea de reconstruir nuestra historia futbolística como país.
ALDO: Pero hay historiadores que más han incidido en el fútbol…
ERNESTO: En el campo de la historia, los casos son más reducidos. No quiero dejar de mencionar, en primer lugar, al periodista e historiador Jaime Pulgar Vidal, quien ha sido mi mayor referente en la realización de las crónicas de este libro. También están Gerardo Álvarez, quien hace unos años se graduó de historiador con una tesis sobre la difusión del fútbol en Lima a inicios del s. XX y el propio periodista e investigador Luis Carlos Arias Schreiber, quien hace poco desató la polémica con su particular hipótesis sobre la famosa participación peruana en las olimpiadas de Berlín en 1936. Mayormente los que escriben o han escrito sobre fútbol provienen del periodismo, o de otras especialidades, como Efraín Trelles, quien también es historiador. Luego están Teodoro Salazar Canaval y Roberto Salinas. Mención aparte merece el doctor Aldo Panfichi, desde la sociología. Es una empresa muy rica por explorar la de conservar la dilatada historia de nuestro balompié. 
MANUEL: Influyó tu padre, me parece, en tu hinchaje y también tus primeros años jugando en la Florida, cuando eras una criatura.
ERNESTO: Así es, y justamente te pasaré a explicar cómo fue que gracias a él me hice hincha de Sporting Cristal. En este mediano recorrido que mi papá tuvo como periodista, él hizo algunas amistades en el ambiente futbolístico. Una de ellas fue la que entabló con Manuel Mellán —ex centro delantero del Municipal de los 70’, hermano del recordado «Cóndor»—, quien es nuestro vecino en Balconcillo, La Victoria. Es así que por intermedio de Don Manuel, y de la mano de mi padre, mi hermano mayor y yo —con 5 y 8 años respectivamente— llegamos a la Florida a inicios de 1991 para pasar unas cortas, pero muy recordadas vacaciones futbolísticas recreativas.
ALDO: tu padre es hincha cervecero, suponemos…
ERNESTO: Lo curioso es que mi papá es hincha crema (risas); sin embargo, siempre ha reconocido que la infraestructura del club Sporting Cristal no tiene comparación alguna con otra entidad deportiva en el país, por lo que no dudó en ningún momento en aceptar la beca futbolística que nos otorgaron.  Este hecho indudablemente marcó mi hinchaje: jugar con los diversos niños de la categoría 85, dirigida por nuestro profesor Fernando Mellán, ver y pasear por las instalaciones deportivas, apreciar el entrenamiento del plantel profesional fue fascinante e inolvidable. Así nació mi cariño por el cuadro cervecero. Ah, pero mi viejo es muy democrático, porque mis dos hermanos resultaron hinchas de Universitario y Alianza, con ello completamos las simpatías por los tres grandes equipos del Perú (risas).

IDOLOS CELESTES…
MANUEL: Debe haber un jugador celeste que te llenó los ojos desde el saque. Dicho de otro modo, al primer cervecero a quien admiraste. Por ejemplo, en el caso mío, mis primeros ídolos fueron Rafael Asca, Alberto Gallardo y Orlando «Chito» De la Torre.
ERNESTO: Sí, por supuesto, claro que los hay. Fueron tres los jugadores del Sporting Cristal a los que admiré desde mi niñez por su entrega, goles y buen fútbol. Esto último lo remarco, porque si hay algo que caracteriza al hincha celeste es que nos gusta el fútbol bien jugado y siempre seremos exigentes con ello. ¿Quiénes fueron mis ídolos? Jorge Soto, Roberto Palacios y Flavio Maestri (este sólo hasta que llegó al cuadro victoriano e hizo lo que ya todos sabemos). Tengo la suerte de haber crecido viendo al equipo golear a sus rivales, jugar finales, celebrar títulos y dar vueltas olímpicas; todo esto en los noventas, gloriosa década para la institución. Para cualquiera era difícil no ser hincha de este gran club caracterizado por su buen manejo y ser un modelo de institución para los demás.
ALDO:  Tú creciste durante la inolvidable década de los noventas y esa es una época dorada. Hay un antes y un después del tricampeonato…
ERNESTO: Sin ninguna duda. Sporting Cristal, tras la obtención del primer tricampeonato en la era profesional (1994, 1995 y 1996) y del subcampeonato de la Copa Libertadores (1997), merecidamente adquirió jerarquía internacional y el estatus de equipo grande del fútbol peruano. A partir de estas grandes jornadas nos empezaron a mirar distinto, con respeto, pese a que la prensa deportiva tradicional local casi siempre nos ha visto con recelo. Que el principal respaldo económico del club provenga de una sólida empresa privada siempre ha sido motivo de comentarios malintencionados y hasta de cierta envidia. Regresando a la pregunta, con el protagonismo de estos notables jugadores mencionados anteriormente, Cristal se hizo más grande.
DIEGO: Muy cierto, pero hubo muchas más figuras… recuerda que los triunfos fueron de un equipo y no de los tres ídolos que acabas de mencionar.
ERNESTO: Por supuesto, Diego, no puedo obviar a otros notables jugadores de la talla de Julinho, Balerio (Q.E.P.D.), Bonnet, Rivera, Solano y Garay, entre otros, quienes también contribuyeron y fueron los gestores, en la cancha, de la mejor década del club en sus 58 años de vida institucional. Por eso me pongo de pie y aplaudo que los dirigentes al fin se hayan decidido a hacer homenajes anuales a los ídolos celestes que no tuvieron la salida esperada.
DIEGO: Todos sabemos que mucha de la prensa está influenciada por la mermelada. Por ejemplo, hay algunos periodistas de radio y TV que no ocultan su hinchaje o antipatía por algunos equipos. Sus comentarios son sesgados y tratan de llevar de la mano al lector al lugar donde ellos quieren, por ejemplo los inmensos titulares favoreciendo a los equipos de Matute y de Ate. ¿Tu hinchaje por el equipo cervecero te trajo problemas con la rigurosidad histórica y la necesaria exactitud en los datos?
 ERNESTO: En absoluto. Confieso que solía ser muy apasionado cuando iba al estadio a ver un partido de Sporting Cristal, pero con el paso de los años he aprendido a controlar mejor mis emociones, como ahora que tengo que cubrir los partidos para El Portal Celeste y me toca comentar de la actualidad del equipo. Creo yo que mi hinchaje no ha afectado ni ha viciado las crónicas que escribo sobre su historia. Trato de ser lo más exacto y fidedigno posible cuando acudo a las fuentes periodísticas de la época, como bien lo has mencionado.
MANUEL: Los lectores cerveceros están ávidos por leer pasajes olvidados de la gloriosa historia celeste. Días después que publicamos un avance de tu libro, un lector adolescente me abordó el otro día “¿Es verdad, tío, que el Barza llegó a Lima para jugar por el Sporting Cristal? ¡No lo puedo creer, se lo diré a mis amigos”
ERNESTO: La tarea que me propuse es la de reivindicar y reconstruir pasajes de la historia de Sporting Cristal, un club que cuenta con una riquísima historia. Grandes giras internacionales, así como recordados jugadores y entrenadores del extranjero han pasado por sus filas a lo largo de su historia (desde campeones mundiales y grandes cracks del extranjero como los brasileros Didí, Ecio Capovilla; los uruguayos Omar Míguez, Antonio Saco, Carlos Zunino; el argentino Federico Sachi y notables entrenadores como el chileno Luis Tirado o el argentino Carlos Peucelle, autor intelectual de la poderosa «Máquina» de River Plate).
LOS CELESTES Y SU RÉCORD VIGENTE...
ALBERTO. Hay cosas que ni siquiera las mencionan en los medios impresos…
ERNESTO: Por eso mismo es que en mi libro trato de rescatar temas que se olvidan interesadamente. También está un hecho poco mentado por la prensa peruana, un motivo de orgullo: los cerveceros mantienen el récord histórico de imbatibilidad en la Copa Libertadores de América, al acumular 17 partidos invictos en las ediciones de 1962, 1968 y 1969. Ni el legendario y temido Peñarol de Joya, Spencer, Rocha, Goncálvez y Mazurkiewicz pudo derrotar al aguerrido Sporting Cristal y tuvo que bregar duro hasta el último minuto del partido en el mítico Centenario para empatar, eliminar a los celestes y poder acceder a las semifinales de la Libertadores de 1968. Con mucha vergüenza deportiva los rimenses comenzaban a escribir sus primeras páginas gloriosas en Sudamérica.
MANUEL: Algunos aseguran que para escribir una crónica futbolística hay que haber visto un partido. En el caso tuyo, a tu juventud debe haber sido frustrante leer y escribir crónicas de partidos memorables o equipos fantásticos sin haberlos visto.
ERNESTO: Es cierto que los periodistas tienen esa ventaja respecto a las crónicas, pero recuerda que nosotros, los historiadores, hablamos de lo que ya sucedió y trabajamos con las fuentes documentales básicamente escritas, cuya importancia reside en atesorar lo vivido. E ahí nuestro enfoque. Por ello, a pesar de no haber sido testigos presenciales de los acontecimientos pasados, recurrimos a las fuentes de primera mano —en mi caso los periódicos— para poder reconstruir los hechos. Es verdad que a muchos jóvenes como yo nos hubiera encantado poder vivir y ser partícipes de esas épocas, pero no considero frustrante el no haber visto casi todo lo que narro en el libro. Al contrario, es estimulante el descubrir tantos gratos pasajes de la historia futbolística de nuestro país, varios inconscientemente olvidados. En mi caso, suplo el no haber visto los partidos de antaño con entrevistas a los mismos protagonistas (futbolistas) y testigos presenciales de los hechos, tales como periodistas y los propios hinchas que fueron espectadores.

CONTINUARÁ…

6 comentarios:

  1. amigo manuel me parece bueno un escritor cervecero pero
    no has publicado en que libreria puedo comprar el libro

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    1. Entiendo tu inquietud por el libro, amigo anónimo, pero el libro recién está en proceso de impresión. Según nos dijo el doctor Moreno, es posibke que esté listo para inicios de marzo.

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  2. Buenaa entrevista al gran Ernesto Moreno! :D Exitos con la futura publicacion de su primer Libro :D

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  3. Nuevamente quiero agradecer a mi amigo Manuelito Araníbar por la extensa y muy amena charla-entrevista. Un abrazo tío zónkora!

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