jueves, 2 de enero de 2014

SPORTING CRISTAL, A POCOS DÍAS DEL DEBUT.

Manuel Araníbar Luna
¿Qué pasó con el Sporting Cristal el año pasado por estos candentes meses veraniegos?
La escuadra celeste se había desprendido de varios jugadores que fueron claves en la obtención de la Copa Movistar 2012. Pese a tan lamentable pérdida, el elenco de La Florida obtuvo la Copa Antel ante dos gigantes uruguayos como Peñarol y Nacional. También aplastó a Danubio con una contundente goleada de 6 x1. Los hinchas se frotaban las manos. La satisfacción cundía entre los sufridos seguidores. Todos soñábamos con el bi-campeonato.
El Papi Riqui…
Se dice que para mantener dos hogares a la vez hay que tener valentía y billete. En el cajero automático de La Florida, para afrontar dos campeonatos paralelos, había ya poco billete pero la valentía sobraba. Sobraba también el optimismo. Sobraba todo, hasta la enceguecedora sobradera.  Y muchos fueron ganados por esta. Algunos vaticinaban que el equipo se iba para el bi, porque el plantel en el medio local era el Papi Riqui, el “Ya no, ya”. Y aquellos primeros triunfos hicieron creer a la hinchada que era verdad. Los celestes se enceguecieron con tamaña neblina.
“Más salsa que Pescao”
La plantilla de alrededor de 30 jugadores era amplia. Pero entonces, al constatar que en el equipo celeste había –como decía Cheo Feliciano- “más salsa que pescao”, mucho hueso y poca carne, los comentaristas más lúcidos opinaron que el equipo debía pedir postergación de algunos partidos del Descentralizado. Sin embargo la hinchada celeste seguía ilusionada, ensoberbecida, sumergida en sueños de opio.  “Hay plantel para enfrentar ambos campeonatos”, decían. Y contra esa corriente nadie se atrevió ya a nadar.
Sin embargo, los problemas empezaron ni bien arrancó el Descentralizado y la Copa Libertadores. Llegaron las lesiones y se comprobó desgraciadamente que había jugadores de sobra pero no todos llegaron a estar al 100% en estos compromisos. Irregularidad en el Descentralizado y estrepitosas caídas en los encuentros internacionales. En resumen, en el 2013 se avanzó de tumbo en tumbo. En unas tardes se triunfaba y en las siguientes llegaban los desastres.
Hoy  vemos una plantilla cervecera del 2014 que hierve de deseos de lograr un buen desempeño en la pre-Libertadores y seguir avanzando. Igualmente  volvemos a soñar con el título. No han llegado todos los que la hinchada pedía, pero ya el caballo está en carrera y no va a regresar al partidor.
Es el momento de empujar al equipo pero hacia adelante.

¡Salud, gladiadores cerveceros!  

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