Por
Manuel Araníbar Luna.
Leandro
Luján Leguizamón, “Legui”, ha manifestado su agradecimiento al club que lo
cobijó pese al controvertido traspié en el contrato que impidió su esperada presencia
en el equipo celeste durante la segunda mitad del 2013.
Asimismo ha expresado que, en retribución a lo actuado por el club se va a esforzar el triple y que este
2014 será su revancha.
El
Chaski es testigo…
Leandro,
con 25 años recién cumplidos (4/dic/88) ha
dado al Tigre grandes satisfacciones. Sin ser un dechado de virtudes es un
delantero que la lucha, es obstinado como un toro de lidia y sabe hacer pressing, una característica que
exigen los DT’s y equipos argentinos en estos últimos tiempos y que Vivas supo implantar
en el Sporting Cristal.
Hemos
visto la forma de jugar de Legui. Casi siempre llega por fuera, gana por
oportunismo y por fuerza (el Chaski es
testigo de ello), acompaña a sus compañeros siempre esperando el servicio hacia
el otro lado. Habitualmente corre en paralelo a sus compañeros, y se va
abriendo paso al compás de quien la lleva. No es de jugar en corto pero sí
conoce el dribling, aunque despojado de finura. Lo suyo es jugar mirando al arco.
A romper las piolas...
Legui
dice que le divierte anotar goles. ¿Y a quién no? Se espera mucho de él. Aunque
está falto de fútbol ya debe saber de memoria el silabario del sistema rimense de elaboración de ataques, es
decir, la pelota en los pies de Loba o Pincel siempre sale en callejón para el Irven
o Júnior, estos la meten a rastrón para que la empuje el que llega poniendo el
acelerador en segunda. Así hicieron goleador al Charapa.
Conociendo
la fuerza con que llega y su ímpetu para lucharla, no hay duda de que muchos
de sus disparos van a romper las piolas.
Y
esperamos que sus palabras se transformen en goles.
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