miércoles, 9 de mayo de 2012

¿HASTA CUANDO LOS JUECES ANTI CRISTAL?


Por Manuel Araníbar Luna

Pues señores de Conar,
no sean tan majaderos.
¿Por qué mandan arbitrar
a tremendos turroneros?

Esto no es de ahora, esto es ya habitual, endémico, recurrente. Hoy se repite la historia. Y ya es tiempo de  proceder a elevar nuestra protesta al más alto nivel. Desde hace varios años, los señores del silbato se han ensañado con el equipo cervecero. Ejemplos hay cientos. Y fíjense las respuestas que desde hace varios años están dando los jueces después que nos perjudican:

“Sinceramente me equivoqué”.
 “Tengo mi conciencia limpia” (!)
“¿Quién dice que lo hice por compensar un error?”
“El juez de línea no vio nada, por tanto me basé en su apreciación”.
“No vi a los tres delanteros adelantados” (luego del gol de Fleitas).
“Me mentó la madre (cuando sancionaron a Soto recurriendo a un profesor de sordomudos)

Esta perla es muy reciente, todos leímos esta noticia:
“Freddy Arellanos …. admitió que se equivocó en validar el gol de José Carlos Fernández, el cual debió ser anulado por estar posición adelantada.
“Lamento que haya sucedido y espero que no se vuelva a repetir. El visto bueno lo doy porque el asistente corre hacia la mitad de cancha. De todas maneras, la responsabilidad es mía”, afirmó Arellanos.”
Si, sí,, Arellanos,  pero admitir tu responsabilidad no nos adjudica los tres puntos.

¡Y, uf, para qué seguir enumerando!

CHICHEÑÓ

Y ni se puede reclamar por ello porque hay una mordaza más que implícita: ni entrenador ni jugador, ni institución perjudicados pueden alzar su voz de protesta. Uno tiene que hablar tibiecito:

“Shh, nada de aspavientos para que el de arriba no se moleste  y nos vaya a dar tas-tas en el potito”. 

Esto me hace acordar una de las más famosas tradiciones de Ricardo Palma, “El Obispo Chicheñó”, puesto que a toda injusticia hay que arrodillarse y rezarles con una genuflexión y responderles con un sumiso ‘chicheñó’.

¿Hasta cuándo? Ya pues, paren la mano, las tarjetas y el silbato contra los cerveceros, que esto no se ve en el ámbito deportivo de ningún país. Aunque quién sabe, estos señores quieran sentar precedentes de originalidad  y deseen exportar esta ley - mordaza como Marca Perú.

¡A COMPRAR POLLADAS!

Y, sobre todo, ¿qué tienen contra el Sporting Cristal? Porque todo ese maltrato a los celestes  beneficia a los dos “grandes” que están en  problemas aún más grandes.  Ya lo dije hace unos días, si quieren ayudarlos cómprenles unas polladas pro-sueldos, pro-recibos de luz y agua, pero eso de regalarles partidos es una tremenda mermelada en envase de veinte kilos.  Jalar de la basta  a los de arriba de la tabla con injustas expulsiones o penales inventados para que suban unos escaloncitos aquellos equipos que están en crisis no es casual, tampoco es nuevo.

¿Está claro? 

Para muchos despistados no lo está. Me refiero a quienes aspiran como perfume esa humareda de diarios y programas deportivos de TV. Muchos incautos engullen enteras esas gigantescas ostias que les venden, a china el ejemplar,  los medios vendehumo. Dicen que alucinamos, que vemos visiones, que la paranoia nos ciega. Si, cuñao. Cuando gana el Sporting Cristal nos ponen una serie de atenuantes: que nos ayudaron, que el otro equipo venía mal, que estaba con problemas, que no estaban completos, que no les pagan los sueldos. Pero cuando perdemos con ayuda de los árbitros todo es fruto de nuestra imaginación. Chicheñó.

SPÓNDILUS GIGANTE

Hasta ahora no hemos visto a ningún medio escrito o televisado calificando como malos los arbitrajes que han perjudicado al equipo rimense. Pucha que se manejan una caparazón de Spóndilus más grande que la del Campo de Marte.

SANTIGÁS

Con esto no eximimos de culpa a Álvarez y Mariño, pero si observamos con detenimiento el video de el  partido Inti Gas – Cristal verás que infracciones como las del Burrito y el Chasqui hubo como quince por parte de ambos bandos. Si el árbitro hubiera aplicado el reglamento al pie de la letra hubiera expulsado a los veintidós, o por lo menos les hubiera mostrado el cartón amarillo a todos. Algunos por jalonear, por codear (hubo cerca de treinta codazos) a otros por demorar, otros por fingir y todo lo que se pueda entender como infracciones punibles. Por ello es que a los árbitros se les pide criterio e imparcialidad, algo que es bastante escaso entre los jueces de nuestro medio futbolístico.

Lo cierto es que el Inti Gas ganó con doce jugadores, uno de ellos soplaba el  silbato.

 Después de ese partido, el equipo ayacuchano se debería llamar Santigás.

1 comentario:

  1. buena causa,
    la gente del Rímac se ha olvidado de esa cuando validaron el gol de Fleitas con tres adelntados.
    Fiuerza Sc SC Sc ScSC SC

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