CRISTAL GANA EL PRIMER PLAYOFF: 2 A 1

Por Manuel Araníbar Luna

La tendencia era que el partido, al igual que los encuentros con Ayacucho, el partido iba a ser de ida y vuelta. Lo aseguraban los hinchas cerveceros, lo comentaban en la calle. Lo discutían los comentaristas de los medios. Nos referimos a cómo iban a encarar ambos equipos esta primera final.

Las bolitas navideñas…

Algunos despistados (e interesados) criticaban al profesor Mosquera desde antes del partido. Es decir, aquellos que se creen técnicos “querían” que el Sporting Cristal juegue como ellos imaginaban, conjeturaban, alucinaban: que por causa de los dos duros partidos ante Ayacucho los celestes se iban a acurrucar en su área para guardar energías y soportar el asedio de un equipo de Ate que venía descansado, y al cual adornaban con todas las bolitas navideñas que les cuelgan los diarios chicha: que por la garra, por la historia y por los pergaminos arrasarían a un Cristal cansado, que Sporting Cristal vendría a buscar un empate, que la táctica de Mosquera ya la tenía estudiada el entrenador de Ate, y que patatín patatán.

Bien, el DT cervecero los dejó con la boca abierta, la cual se les llenó de moscas. Contra su vaticinio, desde el soplido inicial los celestes entraron a oprimir al once de la camiseta percudida. Tanto fue el asedio que la defensa rival se vio obligada a desviar la pelota al córner. Los tiros de esquina se sucedían uno tras otro, al punto que los rivales no salían de su zona. ¿y el cansancio? No se nota. ¿Y las bolitas navideñas? De adorno.

Mensaje de Whatsapp…

El armado de los rivales no funcionaba porque la cargosería cervecera no les quitaba la iniciativa sin sosiego.  Y es que el entrenador argentino, que ya tenía “estudiado” a Cristal, esperaba los celestes jueguen al toquecito, que Corozo iría a mandarse por su ruta zurda bastante conocida, y que todo estaba planificado para anular a los celestes. Pondría dos tapones a Corozo. bloquearía a Távara y a Calca. Sin embargo, todo le salió al vesre. Távara tapaba a Millán. Corozo, se metía por el centro, tal como en el partido de la semifinal. Emmanuel se retrasaba dejando a más adelante a Piki y Calca. Con este movimiento de ajedrez el Director Técnico Mosquera le ganaba el pulso al entrenador argentino.

Ante tantos tiros de esquina y tiros libres a la olla el soñado gol ya mandaba mensajes de WhatsApp: que se esperen un ratito que ahorita llegaba. Y llegó. Los primeros tiros de esquina cerveceros eran ceñidos con curva de plátano hacia el arco, todos iguales:  Távara de zurda por la derecha y Corozo de derecha por la zurda. El último de los centros consecutivos lo lanza Washington de derecha desde la derecha y con curva hacia afuera. La pivotea Omar hacia una esquina y un fantasma llamado Gianfranco que usualmente va al salto en la bomba se aparece sin permiso por el segundo poste, la empuja por debajo de Carvalo y moja. 1 a cero. ¿Y el cansancio? No se nota. ¿Y las dichosas bolitas? Bien, gracias.

La defensa de la bebida espumante no pasaba apremios, salvo una escapada de Dos Santos que se fue a la tribuna y un mal saque arrastrado de Renato que ocasionó un contragolpe que se disolvió como azúcar en el café. Luego Renato desvía un cabezazo a quemarropa y el rebote se va a las nubes. Más tardecito Solís sale bien de su arco y bloquea un ataque. Y nada más. Los pelotazos de Tavara desde el campo cervecero van directos a las cabezas de Emanuel y Chris Olivares que las ganan todas para pivotear a sus compañeros. El resto del primer tiempo es celeste, cueste lo que cueste. ¿Y el cansancio? No se nota.

Piki pica y Piki mete…

Para el retorno continúan los pelotazos directos de arco a arco. Emanuel y Chris siguen ganando todas por alto. Ema se pierde la primera.  Los de Ate adelantan sus filas. Los rimenses agradecen el favor con varios ataques de cortesía. Corozo en su banda natural quiebra para adentro, se aprovecha del adelanto de quincena y le lanza una pelota en avanzada al capitán. Piki se apura. Piki pica. Llegan primero el defensa y el arquero. La pelota rebota. Piki porfía. Piki tropieza. Piki se levanta. Piki corre tras ella. Piki la alcanza . Lo corretean dos. Piki llega primero y Piki la mete. Piki se saca el brazalete de rayas celestes y blancas (el color de la bandera uruguaya), lo besa y lo ondea. ¿Y el cansancio? No se nota.

(Pregunta para los que no sabe de futbol, ¿nunca les dijeron que Piki era porfiado y que la pelea todas hasta el último? Ya, véanlo por video y después opinen).

Luego otro pase en profundidad para Chris. La lanza por alto y Emanueve la dispara de media vuelta. La pelota lija el dintel (léase travesaño) y la gorda a la tribuna.  Los celestes siguen llegando. Barren a Corozo (Alarcón no se ha quitado la legaña), el pase llega a Piki pero su disparo sale un centímetro desviado. Ya muy bien, Joel dio la ley de la ventaja, pero terminando la jugada debió mostrarle la cartulina al rival (perdón, habíamos olvidado que es su ahijado). Los de Ate descuentan por una desinteligencia en la zaga. Pero los celestes no cesan de contraatacar. Ema se pierde la última del partido. El juez ciego, sordo y mudo sopla la vuvuzela y dice chau. Primera final ganada, no hay que celebrar, faltan aún 90 minutos. Buenas noches.