miércoles, 26 de septiembre de 2018

VOLVÍ AL GALLARDO Y MI EQUIPO CELESTE GOLEÓ


Por Aldo David Alvarado Hinojosa.
El Doctor Celeste.
"sigo cantando porque un barrista de ley es así..."
No soy de esos hinchas que se mantienen sentados en la tribuna, mirando las jugadas y aplaudiendo sólo para celebrar los goles. Para quienes me conocen, yo no voy solamente “a ver al Cristal”. No, yo no me siento tranquilo si no hago barra en la tribuna al lado de mis grandes amigos. Y sigo cantando así estemos perdiendo o goleando, porque un barrista de ley es así.

Desde mi adolescencia fui infaltable en la barra de mi querido equipo cervecero. Salvo que los celestes jugaran en provincias o en el extranjero, mi asistencia era más que rutinaria, o-bli-ga-to-ria. Si por alguna razón no podía ir, sea por enfermedad o por parciales en la facultad de medicina, y si no tenía acceso a una TV, me acompañaba de un radio a transistores.
Los barristas de mi juventud…
El domingo pasado, para el compromiso contra Muni, regresé al Gallardo acompañado de Manuel Araníbar. Subimos al área de prensa y desde ahí vimos el inicio del partido. Desde arriba volvía ver a mis viejos compañeros barristas de legendarias jornadas juveniles.
Ahí estaba mi viejo amigo el bongocero Freddy Ambía, a quien brindo mis respetos y todo mi cariño. Siempre ha sido el rey de las tarolas, el que le metía el ritmo, junto con el loco Galliani que tocaba el bombo (y que luego me lo pasó a mí), y después la trompeta clásica de Perico Ugaz; luego apareció Tirulero, que en esa época tendría unos diez años, y que se metía entre los que tocábamos y uno le decía, “¡hey, chibolo, vete, vete!”, pero el Tirulero se salía de un lado y se metía por el otro. . Tanto se escabullía dentro del grupo de barristas que por último le dimos la trompeta, aunque al principio tocaba hasta las patas. Años después se convirtió en un emblema con la trompeta en el Extremo.
Encontré también a Sarmiento, el hijo de don Fabián, fallecido hace unos dos meses, un señor de señores, que ha sido el símbolo de los barristas antiguos, todo un caballero, un infaltable barrista que luego ha sido responsable de la Guardia Extrema.
"me sentía como huevo frito en cebiche..."
Viendo a todos ellos cantando, saltando, aplaudiendo en la tribuna mientras que en el área de prensa los periodistas miraban el partido fríamente, me sentía como huevo frito en el cebiche.  Tenía que estar cantando junto a ellos. Solamente estuve en el área de prensa por diez minutos. No aguanté más.
-Vamos con la Vieja Guardia – le dije a Manuel Araníbar-,  aquí me siento amordazado y con camisa de fuerza, tengo que saltar y gritar junto a mi querida barra.
………….
Valió la pena haber enronquecido por gritar tan fuerte, porque mi querido equipo me dio una más de las  mil y una alegrías  que me han hecho la vida feliz. Ganamos con un contundente 4 a cero, coronado con un gol que menos mal que ha sido grabado, porque si lo contaba nadie me lo iba a creer.
¡Salud, querido cuadro cervecero de mis amores!

3 comentarios:

  1. salud doctor doctor poyi, claro que lo recuerdo, un barrista de los antiguos.

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  2. yo soy del rimac cuando estaba chibolito queria meterme con la barra pero mi viejo no me dejaba subir porque ya habian empezado las broncas con las gayinas me acuerdo que habia un pata que bailaba y al mismo tio que tocaba los tambores despues cuando fui mas grande iba con mi primo que le decian charapita

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  3. como no me voy acordar de esa gentasa
    ahi estaban rolo, rompebanca, peloduro, calavera, payasito, ardilla, murdosh, tirulero,
    una gente qeu se mechaba contra gayinas y cagones, sin tenerles miedo y los haciamos correr

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