jueves, 6 de mayo de 2021

DON WILBERT: "HOY TENGO MILES DE HIJOS".

 Por Manuel Araníbar Luna


“Por fin anotó Irven, mi hermano”, nos dijo aquel mediodía del 2012 en la ardiente tribuna, con satisfacción de padre tras ver los primeros pasos  de un niño, “sólo le faltaba meterla para agarrar confianza”. No era una entrevista periodística sino una conversación informal la que sosteníamos en la tribuna del Alberto Gallardo al finalizar un encuentro en que la escuadra celeste derrotó al cuadro arequipeño.



Era don Wilbert Espejo, el resiliente padre de Gianfranco Espejo Reyes, nuestro recordado flaco de oro. La tristeza de su semblante denotaba que iba al Estadio Gallardo no sólo como hincha del Sporting Cristal sino que sentía que la nostalgia lo llevaba de la mano a la tribuna con la expectativa de ver otra vez a Gianfranco entrar a la cancha para jugar como volante por la divisa celeste de sus amores.

Ya descansa al lado de Dios…

Hacía tremendo calor, llevaba puesta la camiseta del Sporting Cristal y se abanicaba con un ejemplar de la revista Sentimiento Celeste. Nos comentaba lo incómodo que era ver partidos del Sporting Cristal al mediodía en el Gallardo en pleno verano. “los que se sientan en la tribuna a pleno sol se fríen por arriba y por abajo. Por lo menos yo estuve bajo la sombra de la tribuna”. No quisimos recordarle los tristes momentos que viviera tras el trágico accidente (jamás lo hicimos en las repetidas ocasiones en que nos encontramos dentro y fuera del estadio). Sin embargo, no faltó un inoportuno colega que metió la pata. Se le ensombreció el semblante y levantó la vista hacia el firmamento “Ya mi hijo descansa al lado de Dios”. Luego guardó un silencio que de súbito se rompió al ver una incomprensible bronca entre dos facciones de barristas cerveceros.

“Saltaba como un niño…”

Sin que se lo pidiéramos se lanzó a recordar la molestia que le causaba ver las broncas de barristas cuando Gianfranco pertenecía al Extremo Celeste en su adolescencia, los consejos que le daba para que no caiga en provocaciones porque siempre se opuso a la condenable violencia por el ciego fanatismo en tribunas y calles. Luego pasó a recordar el orgullo de ver a su hijo vistiendo la camiseta del equipo de sus amores. “En realidad jamás se le quitó el alma de barrista”, nos decía emocionado, “en las épocas en que el equipo estaba en peligro del descenso llegaba a casa furioso y a punto de llorar. Y cuando no jugaba por lesión u otros factores subía a la tribuna para cantar y saltar”. Sonrió por primera vez recordando cuando el recordado flaco anotó uno de los goles que sirvieron para salvar la categoría aquella jornada 2007 ante el Sport Boys. “saltaba de alegría como un niño”.

“Hoy tengo miles de hijos…”

Prosiguió relatando la seriedad con la que Gianfranco desplegaba su papel de futbolista sin descuidar sus estudios, lo que siempre le inculcó: “el fútbol es una carrera corta, hijo, tus estudios son tu futuro”. Cuando nos estábamos despidiendo un grupo de jóvenes hinchas se acercó a saludar y palmotearlo soltó una frase que se nos grabó para siempre. “ya lo ves, mi hermano, se me fue un hijo, pero hoy tengo miles de hijos, los hinchas celestes”

Hoy acompaña a Gianfranco en la tribuna de la eternidad, ambos celebrando los triunfos de la escuadra celeste.

Adiós don Wilbert, sus miles de hijos cerveceros lloran su partida.

1 comentario:

  1. SALUD DON WILVER SALUD GIANFRANCO. FUERZA CRISTAL TODA LA VIDA!!!!!!!!!

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