miércoles, 4 de noviembre de 2020

CRISTAL 4 GRAU 1, DOBLETE DE CHRIS.

 Por Manuel Araníbar Luna.


Recordando la anterior derrota ante el Grau la hinchada celeste pensaba en un desquite, mientras el comando técnico ya había preparado a los muchachos psicológicamente para mentalizarse en que todos los partidos de esta fase son finales. La frase de motivación es “ustedes entren a ganar sin importar quién esté al frente porque no hay rivales grandes ni chicos”


Trocando puestos…

Las miras del equipo piurano eran incursiones frontales al todo o nada que en un primer momento sorprendieron a los cuatro guardianes del área. Tras unas escaramuzas se comenzaron a organizar los ataques cerveceros arremetiendo por las bandas y triangulando por el centro. Adelantando líneas y tapando zonas. Herrera jalando marca hacia las bandas y retrocediendo diez metros para crear baches entre los centrales del once rival. Corozo, como siempre goloso, taladrando por su ala. Por la otra banda, Kevin trocando puestos con Chris Olivares y con Madrid.

El penal madrugador ocurre cuando Herrera que no está al centro se la juega a Kevin, que de la banda derecha entra por la zurda, amaga y es derribado por un piurano vestido de blanco. Penal, aunque los comentaristas arguyen si el de blanco lo tocó o le estaba palmoteando para decirle hola. Mientras los comentaristas discuten si gana Trump o Biden o si el defensa enganchó la media de Kevin, Herrera toma carrera y la mete. Uno a cero. Los comentaristas siguen discutiendo si operan a Maradona y si hay huellas digitales en la camiseta de Kevin. Mientras siguen estas importantísimas discusiones, Cristal se enseñorea del campo con un concierto de toques y entradas en profundidad.

Buscando Pokemones…

No obstante, bajo el comando de Reymond que ha jurado que ya no bebe cerveza por causa de la pandemia -y para probarlo hace una rabona sin caerse- los piuranos llegan al área bajopontina por ambas bandas. Sin embargo, los cuatro de atrás resguardan las entradas de los churres aunque con algunas salidas en falso y una sucesión de infracciones que propinan centros con cerbatanas venenosas. Los celestes se reordenan y prosiguen salidas rápidas por las puntas y rotación de los cinco de adelante acompañados por Nilsson y Johan por todos los puestos de avanzada. 

Esto se convierte en un zafarrancho para los churres: Chris que empieza por la avenida Tacna se mete al centro contra el tráfico por la Plaza San Martín, Emanuel que es del centro se mete por Abancay ocasionando el mareo de los defensas de blanco que persiguen a Emanuel y a Corozo como pokemones sin percatarse que Johan se mete en diagonal tocando pelota con Piki y este le devuelve el saludo. Toca de nuevo para Chris y este define en un tris con entrada en motocross. 2 a cero y los celestes practican el toquecito de pichanga. Toque para allá, toque para acá, hasta que en una de las entradas el machetero León le pasa la guadaña a Corozo. Tarjeta roja y los celestes vuelven a la pichanguita con mucho mayor confianza por tener un jugador más.

Para el segundo tiempo, Castillo juega su apuesta a ganador, y con la ayuda de los fouls y tiros de esquina que cometen los cerveceros manda a su gente a atacar con hacha, machete y centros a la bomba. Una táctica muy usual en los tiros de esquina es estorbar al arquero para que no pueda salir a cortar. En este lanzamiento la bola entra al arco rimense porque el chibolo Emile Franco no puede salir de la salita a cortar estando rodeado por todos, piuranos y rimenses apretados como en el metropolitano pero sin choros. 2 a 1. La cosa se pone peluda como tarántula porque los centros a la bomba siguen y no hay ningún celeste que tome los rebotes. Pareciera que juegan 12 blancos contra once celestes. Távara salva una que casi es el empate.

La canillera de Chris…

Por fin pasa el susto, vuelve el toque y vuelve la calma. Los celestes la controlan de aquí para allá, de allá para acá. Pase del chévere para Piki, y este sin mirar habilita a Chris que se mete por derecha. Patadón rasante y tercer gol rimense. El zancudito Chris que ya ha chupado sangre dos veces muestra la canillera con la foto de papá Zancudo Percy. Tierna escena, pero aún falta un gol. Marchán ha empezado a tocar como en fulbito del Rímac. Pisada, toques de pa’ ti y pa’ mí, taquito para Emanuel que se la pierde. Más tarde Ema le devuelve el favor con un toquecito que el chamo la mete por la huacha al buen arquero de la visita. Y ya no hay más. Lo celestes agarran la punta. Ahora no hay que soltarla. Buenas noches.

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