sábado, 9 de noviembre de 2019

CRISTAL 3 ALARCÓN 2


Por Manuel Araníbar Luna
La situación estaba color rata. Ya se había perdido demasiados puntos. Desde la previa la consigna era no claudicar. El compromiso era difícil. No se podía regalar ni el aire sabiendo que a altura y la adrenalina  pasan factura con IGV.  Había que templar los nervios con serenol forte, guardar energías y soltarlas sólo en los momentos precisos.

Árbitros con camiseta de club...
Había que tener cuidado con las faltas porque  las actuaciones sospechosas de los árbitros dejaron de serlo para convertirse en reales, rochosas, escandalosas, inmorales, asquerosas. Algunos árbitros habían sido ampayados con la camiseta del equipo de sus sueños más íntimos. Otros escondían su hinchada para no hacer tanto roche. Otros más, aunque sin hinchaje definido por un equipo, mostraban marcadas preferencias según la propina del patrón para obedecer consignas nadita santas.
Gol de sobremesa...
Lo scelestes entraron a la cancha más concentrados que un caldo de cangrejo, con la orden de madrugar a los locales. Y vaya que lo consiguieron al arrancar el partido tras un centro bien medido de Kevin, que está aprendiendo a elaborar con la zurda lo que hace Loba con la derecha. La curva sobra a todos y la pesca un cazador como Cristian Chorri Segundo que no hace más que empujarla para darle chamba al encargado del tablero electrónico. Uno a cero con gol de sobremesa tras el chupe de camarones.
¿Y luego que sigue? Aguantar, aguantar  que el campeonato se nos va a escapar si nos llegan a empatar. Así bien concentrados y aguantando  las acometidas, sin faltas cometidas, y energías desmedidas, los celestes terminan el primer periodo con la lengua afuera. Quince minutos de oxigeno son el paliativo necesario. Espérense sentaditos nomás, que el segundo tiempo será peor.
 Durmiéndose en los saltos...
Para el retorno se confirma que jugar de visita en la altura no es chiste. Habían guardado lo poco que les quedaba de avena con maca para los siguientes 45’. Pero midiendo demasiado las fuerzas, almacenando tanto las energías que hasta les daba flojera saltar. De eso se aprovechan los rojinegros (o negrirrojos). Ganan el salto en el área y la pivotean para Cuesta que con un quite de torero (¡fue en offside, Alarcón!) se saca de encima a su marcador y anota el empate. Barreto se frunce, Soto se jala las orejas, Panadero se pellizca los cachetes pero lo que están viendo es verdad: los celestes se están durmiendo en los centros. Aun así los rimenses se siguen defendiendo con un Solís que salva un par de pelotas ponzoñosas. Los contragolpes se alternan en ambas áreas. Tras un tiro libre, el Tíbiri Távara que ya aprendió a centrar estilo Loba, ahora quiere doctorarse en tiros libres. La zurdea con curva, Piki agacha la peluca, la chancha da bote y se infla la canasta. 2 a 1. ¡Qué chévere, Távara! Los rojinegros (o negrirrojos) se mandan con todo con una ensalada de centros a la olla y siguen ganando los saltos. Otro pivoteo, Cuesta define en el área chica ante las narices de todo el mundo y empata. Por culpa de Cuesta (y Alarcón) el partido se nos pone cuesta arriba
Hola, hola, hola...!
Cuando Papá Loyola metía gol en los ochentas, el canto de la barra celeste era “¡hola, hola , hola, golazo de Loyola!” Esta vez el turno le toca a su hijo Nilsson. Se sabe que ante la defensa cerrada de los locales hay que entrar en pared. Loyola júnior se proyecta en diagonal, se la toca a Loba, y este se la devuelve de taco. Nilsson agradece y le mete un zurdazo de contrabote que rompe la canasta de huevos. Tres a dos. Y esto es definitivo. Cristal le gana el partido a Joel Alarcón que había entrado  a jodel a los celestes. Buenas noches.
CODA.
¿Por qué se ganó? Por varios factores.  Por la actitud de no claudicar, de no bajar los brazos. De ahí la frase de Piki: “si las piernas no responden hay que poner corazón”. Pusieron, además, osadía, bravura, raza, coraje.  A estos se les unió otro factor no menos importante llamado rebeldía. Sí, los celestes hicieron un levantamiento, una rebelión ante un seudo juez que favorecía escandalosamente a los locales. ¿Los hechos? Sanciona un gol de Cuesta en clara posición adelantada. No cobra a los celestes un penal más grande que Piedras Gordas. Anula un gol de Cristal más claro que teta de monja. Un poco más y se pone en la barrera para impedir el gol de tiro libre.





3 comentarios:

  1. buena buena cronica aranibal pero olvidas que ganaron pero no jugaron bien. la defensa dio mucha inseguridad todos los saltos los perdian, piqui no quitaba una sola pelota, calca se envarullaba
    el unico que la rompio fue tavara que corono su actuasion con un golaso de la champion
    mencion honrosa para solis que salvo dos goles cantados.

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  2. CRISTAL DEBE EXIGIR QUE ARBITREN JUECES EXTRANJEROS. NO SE QUE ESTA HACIENDO GARCIA MIRO. LA LABOR DE UN DIRECTIVO DE ALTO RANGO ES SACAR LA CARA POR SU EQUIPO, PONER EL PECHO, RECLAMAR, DAR CONFERENCIAS A LOS MEDIOS PARA ALZAR SU VOZ DE PROTESTA.

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    1. Diste en el clavo, anónimo. el compromiso de un directivo no es sólo manejar cuentas, pagar a los jugadores o participar en cócteles con directivos de la Federación. un alto directivo debe poner pecho y reclamar en todas las instancias. de los contrario se convierte en una figura para las fotos.

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