jueves, 2 de abril de 2015

CRISTAL CAYÓ EN EL CUSCO: Y AHORA A SUFRIR HASTA EL ÚLTIMO.

Por Manuel Araníbar Luna                    @squinaceleste
Es una verdad de Perogrullo que los equipos visitantes no juegan bien en las alturas. Y este partido no fue la excepción, aunque  en ocasiones anteriores en que al elenco de La Florida le fue bien. Pero hablemos de esta.
Para más tardecito…
Tratando de prevenir el soroche, los celestes arrancaron a medio pedal, olvidando el acelerador para pisarlo sólo en contadas excepciones. Pero jugando lento o acelerado, tarde o temprano  la altura impone condiciones. Para jugar en la altura hay que tener un  tanque de oxigeno en cancha más uno adicional en el banco. En el primer ciclo los celestes guardaban físico ‘para mas tardecito’, aguantando los ataques  de delanteros cargosos, sobrellevando las cargas del rival, dosificando el oxigeno, aunque siempre aplicando la ley  del menor esfuerzo para emplearse al máximo sólo en contadas ocasiones. Una de ellas la desperdició el Picante cara a cara con el arquero que hasta ahora no se sabe cómo la sacó de manotazo. Luego siguieron con  el mismo libreto, aguantar todo lo que se pueda. Y así se terminó el primer tiempo con algunas jugadas de peligro en ambas vallas, reconociendo que más goles se perdieron los cusqueños ante Penny que salió lesionado por un choque con Alexis.
Una pesada cruz…
Pero también había mucho de nerviosismo. Penny cometió un blooper que casi le cuesta un gol. Menos mal que la carencia de puntería también se daba en el equipo local. La línea defensiva de Estrada, Abram, Revoredo y Cossio reventaban la pelota, lo cual no está mal cuando se trata de defender pero es pésimo cuando se trata de alimentar a la línea creadora. Los mixtos rimenses eran sobrepasados por el ataque cusqueño que si bien anduvo timorato llegó más veces que el once visitante. Pero no sólo faltaban oxigeno y serenidad. Faltaba orden. Se estaba jugando al champazo, a lo que salga, a lanzarla hacia adelante para ver qué milagro ocurriría. Pero no siempre hay milagros ni resurrecciones en Semana Santa. Manicero -quien precisamente en Jueves Santo cargaba la pesada cruz de reemplazar a Loba- no encontraba brújula ni GPS. Piki, quien tuvo la mayor reserva física, se desplegaba por todo el campo pero no todos jugaban a su ritmo. Paolo de la Haza también llegaba a pisar ambas áreas pero los tanques de oxígeno también se agotan.

Para el segundo tiempo las cosas siguieron igual con el añadido de mayor cansancio. Algunos caminaban o simplemente no les ayudaban los reflejos. Al promediar el segundo período los cusqueños se enseñorearon del campo.  Y bastó un ataque desordenado para que de un fusilazo acribillen el arco de Araujo quien no tuvo la culpa del gol.  Luego el desorden fue constante en la escuadra rimense, se buscó el empate hasta con cuatro delanteros aunque descuidando la retaguardia, ocasionando con ello terribles contragolpes que no tuvieron éxito. Pitazo final, cambio y fuera.
CODA
Ahora sólo queda resolver el ingreso al grupo de la muerte dependiendo exclusivamente de sus triunfos, haciendo sufrir a la hinchada hasta el último minuto del último partido, como se ha hecho ya costumbre cervecera. Pero la fe no se pierde. 

3 comentarios:

  1. lo voz era medio tiempo manicero y medio tiempo el pincel. ambos son buenos pero en altura solo rinden medio tiempo

    ResponderBorrar
  2. NADIE DUDA DE LA CAPACIDAD DE QUIENES LA LUCHAN EN LA CANCHA PERO NO NOS VAMOS A CAYAR
    AL SPORTING HANLLEGADO UN PAR DE PAQIUETES QUE NO LA SUDAN.

    ResponderBorrar
  3. JUGARON UNA MIERDA Y ESO ES TODO. MANISERO FRACASO CADA EVZ QUE TCOCAVA LA BOLA
    JAMAS VA TENER LA CALIDAD DE LOBA
    PEREYRA LE FALTO CLASE PARA METER EL GOL EN EL PRIMER TIEMPO IMPERDONABLE

    ResponderBorrar